Estos comentarios son de huéspedes que se han alojado en este lugar.
El desayuno era genial y las mermeladas caseras son para morirse.
LA TRANQUILIDAD Y EL PERSONAL
La verdadera experiencia de una casa de huéspedes austriaca, realmente la disfruté. El personal fue muy amable.
Básicamente nos sentimos como si hubiéramos dormido en la casa del propietario, pero con la privacidad del hotel. Teníamos un largo balcón de madera que unía la sala de entrada / sala de estar (sí, había 2 habitaciones) y el dormitorio. Baño...
Social y divertido